Los primeros resultados informan que el asesino dejó un surco de ahorcadura en su cuello de tres centímetros de ancho con una lesión visible.
A 24 horas de la aparición del cadáver de Sheila Alejandra Ayala en el partido bonaerense de San Miguel, la autopsia arrojó sus primeros resultados. La nena de 10 años fue estrangulada hasta morir con un lazo, con el cual el atacante “dejó un surco de ahorcadura en su cuello de tres centímetros de ancho con una lesión visible.”
Además, varios arcos costales en el cuello fueron fracturados por la presión que se efectuó en la zona. Cabe destacar que el cuerpo no presentó otras lesiones, ni compatibles con un presunto abuso sexual.
Sin embargo, el fiscal general Marcelo Lapargo, jefe de la jurisdicción de San Martín donde se investiga el crimen con la Fiscalía N°20 de Malvinas Argentinas, aseguró esta mañana que el caso es investigado como un homicidio criminis causa tal como el de Ángeles Rawson, que llevó a Jorge Mangeri a la cárcel con cadena perpetua, un crimen para tapar otro crimen, con una posible tentativa de abuso.
Los especialistas también realizaron hisopados al cuerpo y extrajeron vísceras para análisis anatomopatológicos, así como un fichado de sus huellas dactilares.
El fiscal Gustavo Carracedo aguarda por los datos completos del estudio para indagar a Leonela Ayala y Fabián González Rojas, los tíos de la víctima detenidos ayer en el barrio Trujuy de San Miguel. Ambos confesaron haber cometido el crimen ante los policías que registraban su departamento.